Para entrenar correctamente, desde el punto de vista científico, hemos de considerar una serie de leyes y principios que determinarán el éxito del proceso:
- Las leyes de adaptación.
- Los principios de entrenamientos.
Veamos detalladamente cada uno de ellos:
Las leyes de la adaptación
Los procesos de adaptación del ser humano son complejos, y están sujetos a unas leyes que nos van a permitir diseñar y orientar los estimulos del entrenamiento para obtener las modificaciones deseadas. En otras palabras, podemos decir que para lograr la mejora de nuestros jugadores debemos respetar unas leyes, que deben cumplirse en todos y cada uno de nuestrosentrenamientos. Estas leyes son:

La ley del umbral
Para que un entrenamiento tenga efectos positivos, haciendo que el cuerpo sufra las adaptaciones fisiológicas adecuadas, es necesario que la carga con la que se trabaja supere un nivel mínimo llamado umbral (Ley del Umbral de Shultz y Arnold.), por debajo del cual no se produce efecto de entrenamiento.
También existe un nivel máximo de tolerancia que si se sobrepasa provoca efectos que pueden ser perjudiciales para la salud, dando lugar a un sobre entrenamiento. Estos niveles (mínimo y máximo) varían en cada persona en función del nivel de entrenamiento que se tenga.
Esta ley, a pesar de tener una clara relación con la carga física del entrenamiento, también podríamos aplicarlo a la carga técnico-táctica, interpretándolo como la necesidad de entrenar lo necesario para que los jugadores mejoren de acuerdo con su edad y nivel, lo que exige una adecuada programación de las tareas presentadas y su correspondiente progresión optimizando el tiempo de entrenamiento; sirva como ejemplo que un entrenamiento en minibasket con juegos durante 60 minutos es un estimulo óptimo para niños y niñas de estas edades, y sería un estimulo sin efecto en un equipo profesional.

Sindrome general de adaptación (SGA)
Nuestro organismo tiende a estar en un equilibrio homeostático (estado de estabilidad en nuestras constantes vitales). Sin embargo, hay factores como el ejercicio físico que pueden suponer un estimulo estresante que modifique este equilibrio al provocar cansancio.
Esta primera fase ante este estimulo se denomina fase de alarma, que a su vez está constituida por una fase de desgaste o “choque”, en la que disminuye el nivel físico; y otra de recuperación o “antichoque”, en la que este nivel aumenta sobre pasando el anterior.
La segunda fase, la de resistencia, supone un periodo de tiempo en el que el nivel físico se mantiene por encima del inicial como respuesta adaptativa: supercompensación.
La última fase, la de agotamiento, representa el descenso del nivel alcanzado en la fase de resistencia.
Las siguientes gráficas ayudan a entender estos conceptos:

El SGA nos aporta dos conceptos fundamentales para el entrenamiento:
- Adaptación Inmediata del jugador al esfuerzo que se le solicita en la sesión de entrenamiento.
- Adaptación Crónica del jugador como base del proceso de planificación y programación deportiva.
Principio de supercompensación
El trabajo y el descanso van estrechamente ligados en el entrenamiento, el fenómeno fisiológico que explica esto es el denominado de supercompensación. Este principio indica que se necesita un cierto tiempo de descanso, o recuperación, después de cada carga de trabajo, bien sea dentro de una misma sesión o entre diferentes sesiones. En función de cómo se apliquen esos descansos y del momento en que se apliquen las nuevas cargas de entrenamiento, el trabajo puede tener distintos efectos:

Los tiempos de recuperación están influidos por el tipo de carga y el nivel de la misma. El descanso necesario cuando se entrena la resistencia aerobica es diferente a cuando se entrena la fuerza máxima, la resistencia anaeróbica lactica, etc.