Vamos a enumerar los principios a incluir en este apartado:
- Principio de progresión de la carga.
- Principio de variedad.
- Principio de repetición y continuidad.
- Principio de acción inversa.
- Principio de individualización.
- Principio de unidad funcional.
- Principio de la especificidad.
- Principio de especialización/multilateralidad,
- Principio de la alternancia reguladora de los componentes de entrenamiento.
1. Principio de progresión de la carga
Este principio señala que la carga se debe elevar gradualmente (de esta forma el umbral de entrenamiento también se incrementa), ya que si siempre se entrena al mismo nivel, el organismo se adapta a ese esfuerzo y se interrumpe la mejora del rendimiento fisico, pudiendo incluso empeorar. Este incremento de la carga puede ser de dos tipos:
- Continua, es decir, sin ninguna disminución de la carga, de forma que ésta progresa, aunque no necesariamente siempre al mismo ritmo. Fig. 4.
- Ondulatoria o de choque, es decir, con fluctuaciones, de forma que en ocasiones puede haber bajadas en los niveles de carga para luego continuar con su incremento. Fig. 5.

Como norma general, el aumento de la carga se debe realizar con el siguiente orden:
- Incrementando la frecuencia de entrenamientos (Por ejemplo de 3 a 4 entrenamientos semanales).
- El volumen por unidad de entrenamiento (Por ejemplo de 60 a 90 minutos de entrenamiento diario).
- La intensidad de trabajo. (Por ejemplo, haciendo ejercicios más exigentes)
Este principio se puede apreciar con claridad en una PRETEMPORADA en la que, según las normas anteriormente expuestas, comenzamos aumentando la frecuencia de entrenamientos. Posteriormente, incrementamos la duración de las sesiones y finalmente se intensifican las sesiones.
LA CARGA DE ENTRENAMIENTO DEBE ELEVARSE GRADUALMENTE
2. Principio de variedad
El entrenamiento requiere muchas horas de trabajo con grandes cargas e infinidad de repeticiones de los diferentes ejercicios, por lo que si se realizaran los mismos ejercicios técnicos y físicos con el mismo nivel de carga, el organismo se adaptarla a este nivel de carga sin que ésta supusiera un estimulo de entrenamiento y, además, se caería en la monotonía y el aburrimiento, provocando estancamientos en la mejora.
Para superar este problema, se deberá aplicar un amplio repertorio de ejercicios variados y de modificar el resto de los componentes de la carga para hacerla evolucionar (periodización), además de aplicar distintos métodos y medios de entrenamiento. Tampoco se debe abusar de la variedad, pues no asimilaríamos de forma adecuada los contenidos, como se explica a en el siguiente principio.
EL ENTRENAMIENTO DEBE SER VARIADO Y MOTIVANTE
3. Principio de repetición y continuidad
Este principio se basa en la necesidad de realizar acciones repetidas para alcanzar la mejora del rendimiento, ya que la repetición garantiza la fijación de hábitos, técnicas y conocimientos. Por lo tanto, no seria posible el perfeccionamiento deportivo sin repetición y continuidad en los ejercicios y en las sesiones de entrenamiento.
El organismo necesita tiempo para sufrir las adaptaciones necesarias (metabólicas, morfológicas, estructurales, neurológicas,…) que darán lugar a mejorar y mantener la condición física y de las habilidades.
REPETIR ACCIONES FIJA HÁBITOS Y TÉCNICAS
4. Principio de acción inversa
Este principio indica que los efectos del entrenamiento son reversibles; es decir, que la mayoría de las adaptaciones que se logran gracias a muchas horas y sesiones de trabajo pueden perderse en los periodos de inactividad, y especialmente si ésta es casi total, como puede suceder por una enfermedad que obligue a estar en cama, hasta el punto de que un deportista puede llegar a perder hasta un 10% de su forma fisica por semana de inactividad total. El ritmo de pérdida es diferente en las distintas capacidades fisicas, de forma que en la resistencia y la resistencia a la fuerza, se observa una pérdida más rápida en el rendimiento que en la velocidad o la fuerza máxima.
Por consiguiente, los descansos de los jugadores no deben ser demasiado prolongados y se recomiendan que sean activos, por lo que es recomendable que el deportista realice otras actividades fisicas y otros deportes diferentes a los que hace durante toda la temporada.
En el entrenamiento tácnico-táctico, cuanto menor es el nivel de habilidad de un jugador y más cerca está del comienzo de su aprendizaje, más inestable es éste, por lo que si se deja de entrenar, no se favorecerá la fijación de automatismos necesarios para el dominio técnico. A pesar de esto, el aprendizaje técnico-táctico siempre deja una huella.
En el caso de los más expertos, a pesar del dominio del juego que poseen, el abandono temporal de cualquier faceta del entrenamiento hace que se manifiesten carencias en competición; de hecho: ¿qué sucede cuando un tirador deja de entrenar el tiro?, ¿qué carencias respecto al de de competición u otras se aprecian en un jugador que está recuperado tras una lesión, pero que no ha jugado algunos partidos?, ¿qué le sucede a los ajustes de una defensa cuando un equipo no la entrena durante varias semanas?, ¿y a la sincronización de un ataque cuando se abandona temporalmente su uso?
Por último, hay que tener en cuenta tras un periodo de inactividad o descanso activo, el nivel de rendimiento es inferior, aunque el estado de recuperación sea el adecuado para afrontar un nuevo ciclo de entrenamiento.
LOS DESCANSOS DEBEN SER ACTIVOS PARA NO PERDER RENDIMIENTO
5. Principio de individualización
Cada persona tiene una respuesta diferente al proceso de entrenamiento, debido a aspectos relacionados con:
- La herencia: la composición de las fibras musculares, tamaño del corazón, biotipo, etc.
- La maduración y la edad biológica: Además de considerar la edad del deportista, hay que tener en cuenta su estado de maduración.
- El descanso, la actividad extradeportiva (estudio o trabajo), el sueño y la alimentación establecen diferencias que hacen que un mismo entrenamiento provoque distintas reacciones.
- El sexo, provocando diferencias entre la adaptación de chicos y chicas, en estas últimas en especial en periodos de menstruación.
- El nivel de condición física de cada uno y los años de entrenamiento establecen diferencias en la capacidad de trabajo y en la capacidad de adaptación, de forma que la magnitud de mejora en el rendimiento decrece a medida que aumentan los años de entrenamiento y el deportista se acerca a su máximo potencial de rendimiento.
- La motivación, el temperamento, el estrés emocional.
- Otros aspectos ambientales como la temperatura, la altitud, etc.
Por todo ello se puede decir que deberíamos realizar entrenamientos totalmente individualizados para cada persona y para cada momento, pero si esto es inviable, al menos se deberian establecer grupos homogéneos de trabajo logrando indudablemente mejores resultados.
En baloncesto además, se debe atender a los puestos específicos en los que se juega, y una vez uno lo que se va produciendo la especialización, tener en cuenta que existen distintos ritmos de aprendizaje.
EL ENTRENAMIENTO DEBE ESTAR LO MÁS INDIVIDUALIZADO POSIBLE
6. Principios de unidad funcional
El organismo reacciona como un todo ante los estimulos de entrenamiento debido a la unidad psicobiológica que es; es decir, que el efecto de un estimulo repercute en todos y cada uno de los sistemas integrantes del organismo.

Un jugador motivado entrena mejor, por lo que rinde más y obtiene mejores efectos con el entrenamiento que otro atemorizado (por ejemplo, por la ira de un entrenador ante los fallos). Un exceso de tensión perjudica la capacidad de decisión y ejecución (coordinación), además de suponer un gasto energético adicional y perjudicar los procesos de recuperación.
Por ello, deberemos tenerlo en cuenta en nuestro trato con los jugadores. Además del nivel de exigencia planteado, tendremos que analizar la forma de enfocar los entrenamientos en función del estado anímico de cada jugador, ya que el estado psicológico influye en el físico y viceversa.
Un jugador que se encuentra preparado física y técnicamente, también se sentirá mejor predispuesto a la competición, mejorará su capacidad de superación ante adversidades, su autoconcepto (autoestima), etc.
EL ENTRENAMIENTO AFECTA AL JUGADOR EN SU TOTALIDAD
7. Principio de la especificidad
Se considera que, primeramente, se deben sentar las bases del entrenamiento sobre las capacidades físicas y cualidades motrices de manera genérica para, posteriormente, desarrollarse unas condiciones especificas de acuerdo a las características particulares de cada deporte; en nuestro caso, el baloncesto. En esto se fundamenta el principio de la especificidad.
Este concepto se puede extrapolar a los diferentes momentos de la temporada. Por ejemplo: en los primeros días de la pretemporada podemos plantear actividades para la mejora de la Resistencia Aeróbica, como la carrera continúa fuera de la cancha de entrenamiento. En pleno Periodo Competitivo, los ejercicios para la mejora de la Resistencia serán en cancha, y con balón, intentando repetir situaciones idénticas a las de la competición, lo que podemos identificar con el entrenamiento integrado, que se explicará con detalle más adelante.
Este principio debe ser tenido siempre en cuenta al elaborar las tareas de entrenamiento para mejorar la preparación física aplicada al baloncesto y hacer transferible a la competición las capacidades técnico-tácticas entrenadas (mejoramos aquello que practicamos y dejamos de entrenar aquello que no estimulamos).
No podemos esperar mejoras en ninguna capacidad de juego desde el ll (uno contra uno) al 5e5 si no entrenamos en las condiciones en las que se desarrolla la competición (intensidad, grado de fatiga, aspectos espacio-temporales en los que se desarrolla, etc.). Esto no significa que en la progresión de aprendizaje no se modifiquen variables que condicionan el juego para facilitar este proceso.
El ENTRENAMIENTO DEBE SER LO MÁS ESPECÍFICO POSIBLE
8. Principio de la multilateralidad/especialización
Las bondades del entrenamiento multifacético y variado están sobradamente probadas. Finalmente el deportista domina una mayor cantidad de movimientos, su coordinación está más desarrollada y sus experiencias motrices
están ampliadas, dominando más habilidades diferentes. Debido a esto el jugador estará en disposición de asimilar métodos de entrenamientos y técnicas más complejas partiendo del hecho del principio de que los nuevos aprendizajes nacen sobre otro ya adquirido. Esta es la base del principio de MULTILATERALIDAD.
El proceso de entrenamiento en los niños y jóvenes requiere una base amplia de trabajo multifuncional sobre la que se asentará su futuro entrenamiento deportivo, pero a medida que el deportista madura, ese trabajo genérico debe disminuir en beneficio de una mayor incidencia sobre aspectos concretos de la preparación, ya que los efectos del entrenamiento van teniendo cada vez más un carácter especifico y las capacidades de los deportistas se van definiendo cada vez más, llegando a un periodo de máxima especialización, como es el caso de los jugadores profesionales.
La especialización de los jugadores debe apoyarse en una capacidad global de juego y en un dominio básico de las habilidades técnicas generales. Así, el aprendizaje en la especialización será más sencillo y facilitará una mayor riqueza de recursos. Todo esto no significa que el entrenamiento en posiciones especificas implique el abandono del entrenamiento de otras habilidades propias de otros puestos; de hecho, este complemento hace más completo al jugador, potenciando asi sus posibilidades frente a cualquier rival y aportando versatilidad y equilibrio al equipo; o lo que es lo mismo, que un pivot sea capaz de tirar desde fuera y jugar de cara, o que un alero sea
capaz de jugar de espaldas en el poste bajo, no sólo proporciona más oportunidades a estos jugadores para sacar ventajas a sus defensores, sino que también facilitan enormemente el juego del equipo. Eso si, que no se nos olvide que un pivot tiene que -sobre todo- saber jugar de pivot.
EL ENTRENAMIENTO DEBE SER MULTIFACÉTICO: PRACTICARLO TODO
9. Principio de la alternancia reguladora de los componentes de entrenamiento
Este principio contempla la interrelación e interdependencia entre las diferentes capacidades físicas y técnicas para lograr el máximo desarrollo individual especifico en un deporte, de forma que para conseguirlo se plantean las siguientes recomendaciones:
- Alternar en las sesiones de entrenamiento consecutivas las distintas capacidades físicas y técnicas debido a la diferente incidencia que tienen en los distintos sistemas funcionales y el tiempo de recuperación que esto conlleva. Por ejemplo, que tras el entrenamiento de la fuerza un día, parece más lógico el de la resistencia aeróbica al siguiente que no otro de fuerza.
- El entrenamiento de la resistencia anaeróbica debe realizarse sobre una buena base de resistencia aeróbica para que tenga un mayor efecto.
- El efecto del entrenamiento de la fuerza y velocidad es mayor si se aleja del de la resistencia, por lo que no es recomendable desarrollarlo todo el mismo día. De hecho, el desarrollo de la fuerza y la resistencia en el mismo periodo produce interferencias en las que sale perjudicada la fuerza especialmente.
- El entrenamiento de la técnica, si se está en una fase de asimilación o desarrollo, debe realizarse antes o conjuntamente con el de la condición física porque, de lo contrario, la fatiga impediría el efecto de mejora que se persigue. Por el contrario, si se está en una fase de estabilización de la técnica, se puede realizar con cierto grado de fatiga para simular una situación competitiva. Por tanto, es fundamental saber qué se quiere desarrollar en el entrenamiento y en qué situación están los deportistas.
Este principio está más relacionado con el entrenamiento de las capacidades físicas, porque como ya se ha expuesto en el principio de especificidad y en el de unidad funcional, el entrenamiento de las capacidades físicas requeridas en la competición se deben desarrollar en gran medida de forma conjunta con el entrenamiento técnico-táctico para así conseguir la máxima eficiencia. Distinto seria que se priorice el desarrollo de alguna capacidad física o de juego al elaborar una tarea.
LAS CAPACIDADES FÍSICAS HAY QUE COMBINARLAS